Raida Pita fue una mujer verdaderamente extraordinaria, un ejemplo sin igual de valor, gracia y amor sin condiciones. Fue una persona sumamente generosa con su corazón, su tiempo y sus recursos. Ella siempre estaba dispuesta a compartir lo que tenía con los que más lo necesitaban. Tanto la familia como los amigos la querían mucho y la recordarán como un ejemplo al cual aspirar.

Raida era una soñadora, rebelde sin causa y bohemia de corazón. La recordamos tanto como una gran artista, pero también como una gran mamá que vivió y se sacrificó por su familia en los momentos más difíciles para seguir adelante. Recordamos a una persona que tocó nuestras vidas con su amor trascendental y su espíritu indomable. La recordamos por su fe en El Señor, al cual honoraba a su manera; pero no olvidaba. 

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Que la memoria de Raida Pita siga inspirando la creatividad y la pasión en todos nosotros, tal como lo hizo a lo largo de su extraordinaria vida. En este día y en todos los que vengan, honoraremos su vida excepcional. Sus pinturas, esculturas, literatura, canciones y videos nos dejaran un pedazo de su alma por el resto de nuestras vidas. Su amor por sus hijos, familia y amigos vivirá en nuestros corazones para siempre. El amor nunca muere, se pasa de generación a generación. Raida lo encarnó en su cada creación. La llama del amor no se apaga, síganla soplando con toda la fuerza que nos da su inspiración.